Desde la perspectiva de un hombre, hacer el amor durante el periodo de una mujer puede ser una experiencia diferente a hacerlo en otro momento. Aunque no es algo que se hable mucho, algunos hombres pueden sentirse intimidados o incluso asqueados por el sangrado durante el acto sexual. Sin embargo, otros hombres pueden sentirse más atraídos por su pareja durante este tiempo.
No se siente nada.
¿Qué siente un hombre cuando tiene relaciones con una mujer en sus días?
Aunque el sexo puede ser placentero en cualquier momento del mes, hay algunas diferencias notables entre tener relaciones sexuales en los días fértiles de una mujer y en otras épocas del mes. Durante los días fértiles, el nivel de hormonas en la mujer aumenta, lo que puede causar un aumento del deseo sexual, una mayor sensibilidad en los pechos y una mayor lubricación vaginal. Esto puede hacer que el sexo sea más placentero para ambos partners. Además, el esperma puede sobrevivir en el cuerpo de una mujer durante varios días, por lo que es posible que tenga relaciones sexuales fuera de los días fértiles y aún así quedar embarazada.
¿Qué le pasa al hombre cuando tiene relaciones con el periodo?
Algunos hombres pueden experimentar ciertos efectos secundarios después de tener relaciones sexuales con una mujer durante su período. Estos efectos secundarios pueden incluir náuseas, vómitos, diarrea, dolores de estómago y calambres. Otros síntomas pueden incluir fiebre, escalofríos, sudoración, dolores de cabeza y dolores musculares. Si estos síntomas persisten, consulte a su médico.
Después de leer este artículo, un hombre puede sentirse más cómodo y seguro de sí mismo si está teniendo relaciones sexuales con una mujer durante su período. Puede ser útil saber que el sexo durante el período puede ayudar a aliviar los síntomas de la menstruación, como el dolor de cabeza y los calambres.
No se puede generalizar, pero en general, un hombre puede sentirse excitado, libido y placer durante el sexo con su pareja menstrual. Sin embargo, algunos hombres pueden sentirse incómodos o incluso asqueados por el contacto con el sangrado.